lunes, 7 de marzo de 2011

Proyecto aurífero en el Páramo de Santurbán: 'El dedo en la llaga' del Minambiente

Por: Pastor Virviescas Gómez/Especial para El Espectador

El exministro Manuel Rodríguez ‘canta la jugada’ de lo que ocurrirá con la licencia ambiental pedida por la firma canadiense Greystar, cuyos réditos ya están en las cuentas del Gobierno, dice.

“No entiendo por qué estamos aquí. Y no lo entiendo porque el Código Minero excluye a los páramos de toda explotación. Entonces me parece que estamos en una situación absurda creada por el Ministerio del Medio Ambiente de Colombia, que aceptó, en forma que me parece condenable, la solicitud de una licencia ambiental por parte de la empresa canadiense Greystar”.
Con esta categórica afirmación inicia su argumentación el ex ministro de Medio Ambiente y ex director del Inderena Manuel Rodríguez Becerra, quien realiza un pormenorizado análisis del impacto que tendría una eventual aprobación a la extracción de oro, plata y otros minerales en el Páramo de Santurbán por parte de la multinacional Greystar.
Advirtiendo que en su opinión Greystar “está en su derecho de explotar el Proyecto Santurbán” y que esta empresa “está buscando una oportunidad de negocio” como cualquier empresa privada, insiste en que “lo que es condenable es que el Estado, que es el garante de nuestros derechos, haya cometido la aberración de permitir que en cabeza del Ministerio del Medio Ambiente se hubiera aceptado la consideración de un estudio de impacto ambiental, cuando el Código Minero que se aprobó el año pasado es muy explícito en establecer que aquellas empresas que no tengan licencia ambiental para operar, el hecho de que tengan título minero no les confiere ningún derecho”.
Sus señalamientos apuntan directamente a los ocho años de gobierno de Álvaro Uribe Vélez, y enfatiza: “No tienen ningún derecho los cientos de títulos mineros que irresponsablemente y en forma inexplicable entregó Ingeominas en diferentes páramos y parques nacionales del país”.
“Mal podía considerar el Ministerio del Medio Ambiente el estudio de impacto ambiental presentado por la Greystar y haberlo recibido siquiera. Entonces seamos claros de dónde están las responsabilidades. No me parece poner en la palestra a los representantes de la Greystar como responsables de una acción en la que muchos de ustedes están en desacuerdo y es que se explote una mina de oro y plata en el Páramo de Santurbán; el gran responsable es el Gobierno Nacional. En concreto, el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, que fue quien recibió el estudio de impacto ambiental y naturalmente el actual gobierno de Juan Manuel Santos sigue con esa responsabilidad”, declara Rodríguez Becerra.
Apunta también al debilitamiento profundo que tuvo el Ministerio del Medio Ambiente durante los dos períodos de Uribe Vélez. “Su administración fue una amenaza real para el tema ambiental. El primer gran daño que hizo fue haber fusionado el Ministerio del Medio Ambiente con el de Vivienda”.

Habla de documentos de la Universidad de Oxford y del gobierno de Holanda que demuestran la decadencia y pérdida de capacidad técnica de esa cartera en la ‘Era Uribe’, y abre la puerta de las suspicacias al señalar que en lo que respecta a las licencias ambientales “tienen ocho funcionarios de tiempo completo y 180 contratistas, muy buena parte de los cuales lo único que aspiran en su vida es ir a trabajar a la Greystar o a la Drummond. La mayor parte no tienen ninguna independencia, simultáneamente son contratistas de empresas privadas y no se sabe qué sombrero tienen. Lo que se debe tener son funcionarios de tiempo completo y dedicación excluida que trabajen con el ‘sombrero’ del Estado. Esa Oficina de Licencias Ambientales es lo menos fiable”.
“Hoy en día no se niega ninguna licencia. Como no se niega ninguna licencia, entonces ustedes ya tienen la respuesta de qué es lo que va a pasar con Santurbán”, acota. Apunta también al debilitamiento profundo que tuvo el Ministerio del Medio Ambiente durante los dos períodos de Uribe Vélez. “Su administración fue una amenaza real para el tema ambiental. El primer gran daño que hizo fue haber fusionado el Ministerio del Medio Ambiente con el de Vivienda”.
Y hay más. Formula una denuncia grave: “Durante los ocho años del gobierno Uribe, el Ministerio del Medio Ambiente en varios casos tomó decisiones por órdenes de la Casa de Nariño”, y relacionó estos casos: la “perversa” Ley Forestal que estaba dirigida a explotar a gran escala el bosque natural —la cual fue declarada inconstitucional— y “con cierta inspiración paramilitar”; se aprobó el Puerto de Palermo, no obstante que el Invemar —que pertenece al Minambiente— dio un concepto negativo; se aprobó el Puerto de Dibulla a pesar del concepto negativo del Invemar y del Instituto Humboldt; se hizo una resolución aprobando el ingreso al país de ciertos desechos tóxicos; se dio visto bueno a la carretera Pereira-Nuquí —que ningún gobierno había querido aprobar por su impacto dañino en el Pacífico colombiano— “y el mismo presidente Uribe vociferó que se iba a construir la carretera del Tapón del Darién, a la que todos los ministros y directores del Inderena siempre nos opusimos”.
Al referirse a la minería de alta montaña y a cielo abierto, dice que “es pura paja eso de que existe la minería ambientalmente sostenible. No la puede haber, porque la minería es una actividad con un enorme impacto, más aún la de cielo abierto. Si uno va al Cerrejón, que hoy en día se propagandea como una gran mina sostenible, sabe que el 20% de unos huecos que parecen cráteres lunares van a quedar abiertos para siempre y que no es posible retrollenarlos. En general la gran minería en Colombia se ha hecho mal, a excepción del Cerrejón y Cerromatoso, para no hablar de la terrible historia del centro del departamento del Cesar”.

domingo, 6 de marzo de 2011

Con marchas piden que no se autorice explotación de oro en páramo de Santurbán

Estudiantes y miembros de organizaciones ambientales en Cúcuta y Bogotá salieron a las calles porque temen que las labores de la empresa Greystar contaminen el agua de la región.

El Agua y la mina… el Movimiento por el Agua y la exacerbación de los conflictos mineros en Colombia

Abstract.
Este escrito pretende señalar las relaciones identificadas entre los proyectos mineros y las afectaciones a las aguas y a la integralidad territorial y del ciclo hidrológico, y plantear algunas ideas y propuestas para aportar a la reflexión y debate amplio en Colombia, desde el análisis de los avances en la construcción del Movimiento por el Agua y los posibles puntos de encuentro con los procesos actuales de articulación frente a la gran minería.

Foro contra la minería en Cajamarca Tolima. Tatiana Roa Avendaño
Para los campesinos, indígenas, afrocolombianos, pobladores urbanos, ambientalistas y demás grupos humanos que comprenden el equilibrio inmanente a las entidades de la naturaleza, el agua que corre a través del río lo configura en puente entre la montaña, los valles, las ciénagas y el mar, y le confiere el papel de entregar multiplicidad de sentidos a las existencias que entrecruza en su recorrido. Para el imaginario de la sociedad moderna, la montaña, el río y el mar en el mejor de los casos cumplen un papel paisajístico comercial, cuyo disfrute está mediado por la capacidad adquisitiva propia de la dinámica del capital. En la crisis ambiental – humanitaria actual, generada por dicha dinámica, los bienes de la naturaleza pretenden ser despojados de su aporte al equilibrio natural –incluido el aporte a la sobrevivencia humana- y se convierten en centro de disputa entre grupos alineados al proyecto de acumulación del capital corporativo trasnacional y grupos que se asocian comunitariamente para mantener la posibilidad territorial: la memoria, el permanecer y continuar en los territorios.

EL ORO NO VALE NADA.

“Hace quinientos años los conquistadores se llevaron nuestro oro y nos dejaron sus espejitos; pero hoy no podemos dejar que aparte del oro se lleven el espejo de agua sin el cual esta región no puede germinar”, dijo Francisco Blanco, autor de la obra ‘Creí Estar’ junto a Luis Duarte.

EL ESPECTADOR.
Nacional |24 Feb 2011 - 10:00 pm
Gobierno decidirá si concede explotación de oro en Santurbán
Por: Pastor Virviescas Gómez/Especial para El Espectador

Esta es la consigna de dos artistas que mediante la exposición de su obra “Creí estar”, en Bucaramanga, protestan para evitar que la minera Greystar llegue con sus máquinas al páramo santandereano.
Foto: Pastor Viviescas
El nombre de la obra hace referencia a la minera Greystar.
Señalando la calavera, Francisco Blanco dice que “la gente adora el oro, pero esto es lo que nos va a dejar la minería si permiten que las multinacionales se metan a Santurbán”.
“Los artistas debemos actuar frente a lo que le está pasando a la comunidad. La gente tiene que despertar y hay que presionar para que no vayan a cometer ese error”, manifestó Luis Duarte, quien aunque sabe que su obra le incomodará a Greystar, espera que no lo tilden de subversivo.
“El oro genera codicia y egoísmo, pero para nosotros es mucho más importante un vaso de agua que un gramo de oro”, concluyó Duarte.


Movilización para proteger páramo de Santander
La obra “Creí estar” estará expuesta hasta el próximo 18 de marzo. Quien se sienta atraído por alguna de las 1.500 barras doradas, podrá ir a la calle 35 Nº 9-81 en Bucaramanga y pedir una como recuerdo.
Ambos artistas se unirán a Alejandro Navas Corona, promotor de la marcha convocada por Fenalco para hoy 25 de febrero a las 2:30 de la tarde, en la que ambientalistas y ciudadanos manifestarán su rechazo a que el frágil Páramo de Santurbán sea degradado y de paso se ponga en riesgo el suministro de agua para ciudades como Cúcuta y Bucaramanga, así como otros 20 municipios de Santander y Norte de Santander.